HISTORIA

1957. Los inicios de Retales Orillamar se remontan al matrimonio Manuel Vázquez González y Carmen Vázquez Corral. Tenían tres hijos: José Luís, Mª del Pilar y Mª Elena. El hijo mayor iba a realizar en Barcelona un curso de cortador de camisas, por lo que el padre se desplazó primero para buscar alojamiento y un trabajo para acompañarlo durante su formación.
Carmen permaneció en Coruña y era de profesión camisera a medida. Le empezó a pedir al marido que enviase retales para las camisas. Él, que un principio no entendía de telas, buscó un almacén de retales y, a través de una vecina que iba a desplazarse a Coruña, envió su primer paquete de 3000 ptas. Y así, durante 5 años, Manuel trabajaba de “paleta” y mandaba las remesas desde Barcelona cada vez más variadas. En Coruña, su hija Pilar, con unas muestras de los tejidos, visitaba las retalerías de la época y vendía el género lo cual permitía reinvertir en el siguiente pedido.

En el año 1960 , nos cuenta Pilar: “abrimos ya la puerta al púbico, empezaron a venir las vecinas y unas por otras “el boca a boca” y a trabajar. Mi madre seguía haciendo camisas y Manuel trabajando de albañil unas veces en Coruña y otras en Barcelona., y  yo vendiendo al lado de Carmen mi madre. En 1963 se incorporó Alberto Gil, mi marido.

En el año 1967 Manuel alquiló un piso grande en Barcelona  y un espacio en un enfardador y así  se podía almacenar en él todo lo que quisiera y después enviar la mercancía toda junta y ahorrar portes.

De 1966 a 1972, trabajaban todos juntos padres e hijos: Carmen y Manuel, José Luis y su mujer, Pilar y su marido. Cada uno tenia su cometido, relata Pilar: “Mi padre Manuel abría mercados por varias zonas de Galicia y al mismo tiempo iba y venía a Barcelona de compras. A partir de entonces se hicieron muchas cosas. Confeccionamos batas de casa , bañadores (los hacíamos y los vendíamos a medida) cojines de terciopelo (teníamos hasta un modelo patentado). Lo que ahora se llama “patchwork” nosotros hicimos miles de cojines con trocitos de terciopelo y un botón en el centro.
Todos los años visitábamos la feria de muestras de Barcelona y a la de Textilhogar de Valencia.”

En el año 1978, cogimos el traspaso mi marido y yo, y seguimos  con el mismo empuje: fuimos cogiendo empleados y abrimos separada la sección de cortinas y tapicerías.

En 1995 se abrió otra tienda exclusivamente para cortinas. El local de Orillamar se quedaba pequeño para todo y fue el momento de abrir la tienda en la calle Tui nº9, un local más grande y en el que se podía exponer la mercancía con muestras y tener mayor comodidad para el público.

En 2003 se trasladó la tienda de los tejidos de ropa al almacén en la calle Cuevas nº10.

Comenta Pilar de aquellos años hasta hoy:
“A partir de abrir la tienda de las cortinas, se incorporó mi hijo Alberto,  él y yo regentábamos la tienda de las cortinas y mi marido Alberto la de tejidos de ropa. De compras a Barcelona iba yo al principio de quedarnos solos. Mi padre me llevó a todos los proveedores a presentarme como su hija y, como tenía muy buen prestigio, tuve todas las puertas abiertas.

La demanda de los tejidos de ropa fueron en decadencia y nos replegamos al local de la calle Tui nº 9. Es donde estamos hoy, con los tejidos y cortinas juntos y con un mismo objetivo: atender a nuestro público fiel de toda la vida. Vienen ya a comprarnos la 3ª generación de nuestros clientes lo cual quiere decir que tienen confianza en nuestra experiencia y seriedad.

En este momento mi marido Alberto Gil y yo estamos jubilados y es nuestro hijo Alberto el que se ocupa de la tienda con dos empleadas que llevan muchos años con nosotros.”


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